Cuando hace mucho calor, nuestro cuerpo trabaja duro para mantenerse fresco, y esto puede influir en nuestra salud. Las altas temperaturas son más que una molestia; si no nos cuidamos, pueden causar problemas. Aquí te explicamos cómo afectan y qué hacer para estar bien.
El calor puede hacerte sentir cansado o mareado. Esto pasa porque sudas mucho y pierdes agua y sales que tu cuerpo necesita. Si no bebes suficiente agua, puedes deshidratarte, lo que provoca dolores de cabeza, sequedad en la boca o incluso confusión. Los niños y los adultos mayores son más sensibles a esto, así que hay que estar atentos.
Otro riesgo es el golpe de calor, que ocurre cuando el cuerpo no logra enfriarse. Los síntomas incluyen piel caliente, pulso rápido y, en casos graves, desmayos. Esto es una emergencia y necesita atención médica rápida. También, el calor puede empeorar problemas como enfermedades del corazón o dificultades para respirar, porque el cuerpo está bajo más estrés.
Para protegerte, bebe agua aunque no tengas sed, al menos un vaso cada hora. Usa ropa ligera y de colores claros, y evita salir al sol en las horas más calurosas, entre las 11 de la mañana y las 4 de la tarde. Busca lugares con sombra o aire acondicionado. Si haces ejercicio, mejor hazlo temprano o al atardecer.
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